Abierto el plazo de inscripción del Congreso internacional 'Retos de la Diversidad Cultural en Europa y el Mundo Árabe´

La Cátedra de Estudios de Civilización Islámica y Renovación del Pensamiento Religioso organiza los días 28 y 29 de marzo el Congreso internacional 'Retos de la Diversidad Cultural en Europa y el Mundo Árabe', en el que participarán intelectuales, historiadores e investigadores en temas de diversidad cultural, inmigración, ciudadanía y convivencia

El congreso, que se organiza en torno a 5 ejes temáticos, contará con figuras destacadas como el ex director general de UNESCO y presidente de la Fundación Cultura de Paz, Federico Mayor Zaragoza, el filósofo y sociológo Edgar Morin, y el Presidente del Patronato de la Fundación Mominoun, Yunis Qandil, a los que se sumarán un elenco de pensadores e investigadores de Europa, el mundo árabe y Canadá. El plazo de inscripción está abierto hasta el 24 de marzo.

El comité científico del congreso está compuesto por Inmaculada Marrero Rocha (Universidad de Granada), Mohamed Bensalah (Universidad Mohammed VI - Rabat) y Rafael Ortega Rodrigo (Universidad de Granada).

Abierto el plazo de inscripción hasta el 24 de marzo, 2017

  • Interesados remitir datos (nombre, apellidos y teléfono) a: congressatfundea.org (congressatfundea.org (link sends e-mail))
  • Precio: 20 euros
  • Plazas limitadas: 40
  • Créditos:   2 créditos para el alumnado de Ciencias Políticas y Sociología /  1,5 créditos al alumnado de la Licenciatura y de Grado de Traducción e Interpretación de la Universidad de Granada
  • Acreditación: Certificado de Aprovechamiento con asistencia mínima del 80% de las sesiones.
  • Programa:

Un congreso para afrontar los desafíos de la globalización

La era de la globalización conlleva numerosos desafíos para aceptar la pluralidad, las diferencias y la gestión de la diversidad cultural, sobre todo con el regreso del ingrediente cultural al campo de la acción política en un contexto en el cual la cultura ocupa un lugar central en el mundo después de la Guerra Fría.

La globalización ha intentado generalizar numerosos valores, prácticas y expresiones culturales, mientras que en numerosos países árabes y occidentales se busca refugio en la singularidad y la identidad culturales. Por lo tanto, los factores culturales han tenido su impacto en el diseño de las políticas nacionales, regionales e internacionales.

De esta forma, la diversidad y el pluralismo se han convertido en las características más importantes de las sociedades contemporáneas. Lo que ha requerido la promulgación de leyes y la adopción de políticas que tengan en cuenta la diversidad cultural y protejan los derechos de las minorías religiosas y étnicas para evitar las tensiones "culturales" y el sectarismo y preservar la cohesión social. Sin embargo, este  proceso se enfrenta a complicaciones y contratiempos. Algunos estudios indican que uno de cada tres conflictos que ocurren en el mundo actual se debe a causas "culturales" o "religiosas".

En medio de los desafíos actuales y con el triunfo de la lógica del mercado, la unificación de las normas culturales y la influencia de las nuevas tecnologías de información, han aparecido nuevos fenómenos en los cuales se mezclan la defensa de la identidad y los procesos nacionales, las protestas de los nuevos movimientos sociales, la reclamación de derechos culturales y los retos de la gestión de los fenómenos resultantes de la inmigración.

En este contexto, se han combinado numerosos factores para generar diferencias cuyas consecuencias no han tardado en aparecer, tales como los desafíos planteados por el nacionalismo étnico al Estado que crea, a menudo, un clima de desconfianza entre la mayoría y las minorías, ante la necesidad de la contribución de todos los componentes de la sociedad en la elaboración de su futuro y de una cultura e identidad comunes buscando el reconocimiento, los derechos, la justicia, la igualdad y la plena ciudadanía.

Esto significa que la diversidad cultural es un componente esencial de las estructuras de todas las sociedades y su gestión es un desafío, ya que los Estados y las naciones coinciden en la riqueza de su tejido cultural, pero se diferencian en las modalidades de su gestión, lo que requiere sacar provecho de las experiencias exitosas.